jueves, 24 de julio de 2014

LA GRAN OBRA OSCURA




Derrama tu miseria sobre mí
Me bañaré en las mieles del hades
Que escurrirán sobre mis escamas de plata…
La pena
Elixir amargo de placer inverso
Tu odio sabe a sangre tibia sobre mi lengua
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Madre aterradora, sublime bestia de oscuridad
Su rugido es el de las olas estrellándose en peñascos
¿Qué cordón umbilical les une a Sofía-Lilith?
Yo revelé las cuerdas de los títeres
Y hablé con la voz del demiurgo
De forma que pudieran odiarme
Y derramaran su sangre sobre mis espinas
Heridos por sus propias ansias
De atrapar y asfixiar a la rosa
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Me vestí de la Gran Obra con enunciados escarlata
Y los sigilos sobre mi túnica
Contaban la historia del mar
Entonces destilé del veneno el aroma
Perfume de violetas hechas loto.
Seis cadenas de lágrimas
Que unidas formaban seis colas de león
Aguijonearon cuales escorpinas dagas
Mi corazón
De esta manera ardió el silencio
Y se vistió de gala la muerte
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Serafín y Rabí
Zafiro y Rubí
El Aleph y el Golem del ciego jaguar
¿Acaso puede ser cálido el Fénix siendo azul?
Yo decidiré eso.
Eterna noche fría
¿No quieres ser Una conmigo?
Entonces, ni siquiera eres Una contigo misma
Tu lujuria añoraba mi saliva
Pero cuando te he besado
Me arrojaste de nuevo al mar…
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El misterio de citrinitas está en los ojos de Venus
De Jade se vestirán nuestros sueños.
AmArlA, el secreto de todos los alquimistas
El rugido del león es un lamento erótico que anhela la carne…
Toma y bebe de la piel y sangre de Ella
Sabiendo que su corazón es dos veces negro
Narcisos sin rostro
Besos de obsidiana
Abrazo de dos noches enemistadas
En el Gran Templo subterráneo de las 4 cámaras
Resguardado por el Toro de Amenti.
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¿Warum?
¿Muss es sein?
¡Es muss sein!
¡Ich Will!
¡ICH WILL MEIN HERZ IN DER HÖLLE BRENNT!
Me bañaré con la sangre de mis enemigos
Y de nácar puro brillará mi piel
Los pétalos de rosa, sus intenciones rojas
Hilvanarán la alfombra que deleitará mis pies
Ellos son el rio que me acaricia cristalino
La voz del viento que no dice nada
El ojo acusador de la luna
Que me arropa en su tenebroso éxtasis…
¿Cuándo dejé de escuchar sus lamentos?
Cuando dejé de escuchar los míos
Entonces se volvieron Todo bajo el Cielo
Y al Amar a Xaphire Amé a sus hijos
La Sangre tomó Aliento.
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ADAM.

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